domingo, 21 de febrero de 2016

Entre epistomologías y Regalos

Alguna vez te has preguntado, ¿Por qué recibimos o damos regalos? no creo que sea algo que acabaras de imaginar o haya sido un invento propio alguien debió de enseñarlo a dar regalos, nuestros padres, amigos y parejas.

Regalo
El regalo ha trascendido por siglos y siglos desde los griegos que obsequiaban riquezas a los reyes en turno como forma de gratitud inclusive por el temor hacia ellos como personas de poder. En la ciudad de la antigua Roma prevaleció la costumbre de hacerse regalos mutuamente entre parientes y amigos. A partir del año 150 a.c era costumbre regalar unas monedas de latón muy pequeñas como símbolo de riqueza.
 
Como vemos el regalo era tomado como mensaje para expresar desde gratitud, opulencia y temor hacia otro. Mucho tiempo después quedo grabado para la historia lo que se consideran los regalos más importantes para los religiosos; los obsequios de los reyes magos hacia Jesús, las ofrendas consistían en oro, incienso y mirra. Esta manera de expresarse y compartir mensajes se convirtió en tradición que se ha mantenido viva en la sociedad (desde los bautizos, bodas, cumpleaños hasta funerales) y de manera distinta en cada cultura adaptándose a las coyunturas económicas sociales y al desarrollo de cada comunidad.
Los regalos ostentosos son más aceptados.
 
 
Ahora, ¿Por qué tenemos que obsequiar? eso es muy sencillo, porque nuestras costumbres son tan arraigadas que cada vez que asistimos a un evento debemos llevar algo para obsequiar el festejado o a la persona que te ha invitado, porque si no lo haces quedaras mal como invitado y, ¿quieres un consejo? entre más caro sea el obsequio más valor tendrá. ¿Te suena familiar?, no es que demos regalos para que no nos hagan nada o para representar devoción hacia alguien ni siquiera para decir que tenemos más riquezas que los demás, si no que, transformamos los significados, reivindicamos los motivos por los que damos o recibimos regalos. Debo aclarar que no se puede generalizar, hay muchas personas que lo que menos le preocupa es obsequiar cosas en eventos sociales ''No es obligatorio que regale algo ‘‘¿Es requisito para ir a tu fiesta?'' Aquí comienza nuestro debate. La manera en que aprendemos que obsequiar algo es por obligación más que por gusto se lo debemos a nuestros padres compraban obsequios para dar en navidad a sus sobrinos o esos regalos que damos apersonas que jamás en la vida hemos frecuentado por una formalidad más que por un gusto de obsequiar.
El regalo se torno de una manera de representar emociones y sentimientos hacia una formalidad, nos preocupa tanto que el obsequio tenga buena presentación ante el receptor que decoramos y forramos los materiales a regalar.  El problema recae en las implicaciones en la contaminación que se genera gracias a estas prácticas ya que para la elaboración de los productos se utilizan materias primas que en su fabricación representan una enorme fuente de contaminación, llegando afectar al medio ambiente y nuestro entorno además de alimentar esta epistemología que se vuelve universal.
 
 
No significa que dar regalos sea algo malo, tampoco se trata de invitarte a no obsequiar nada a nadie, sino que todo lo contrario el obsequiar es algo agradable para algunas personas nos hace sentir especiales, pero, seamos consientes que dar obsequios no se debe de ver como requisito (obligados) para ser aceptado en círculos sociales, rompamos  si no por el simple gusto de regalar algo a alguien que te agrada. Seamos consientes de que entre más materiales usemos más recursos naturales utilizamos, se puede medir el uso de estos para no seguir contaminando. Quizás y si reubicamos el significado o las razones para dar obsequios, cambiemos las mentalidades de las personas, siempre respetando a las personas que no les agrada recibir regalos, la siguiente vez que demos un obsequio hagámoslo sin compromiso si no por gusto de regalar algo a alguien.
 

4 comentarios:

  1. Sería interesante preguntarnos sobre el sentido común y su envejecimiento. Creo que tendría que ver con lo que hablas sobre cómo transformamos y reivindicamos los motivos para dar regalos, en vez de corregir de alguna manera las cosas que hacemos. Esto debe tener un rol importante en la creación de costumbres. Por ejemplo, Nuestra Constitución inspira mucho respeto, si acaso sólo como documento que alberga al México ideal, pero cuando la estudias en detenimiento, aprendes que esta contiene varias cosas que son arbitrarias; tradujimos "Supreme Court" como "Suprema Corte", cuando debería ser "Corte Suprema", sólo porque alguien no sabía cómo funcionaba el español al traducirlo del inglés. Si algo como la constitución no es inmune a este tipo de cosas, ¿entonces qué no lo es?, la arbitrariedad y la justificación/reivindicación de lo pasado están mucho más presentes en nuestro modo de vida de lo que nos podríamos imaginar.

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    1. Es una buena reflexión Alejandro, y si deberíamos de reivindicar los motivos de regalar obsequios en vez de corregirlos, además es un dato muy interesante lo de la ''Supreme Court''

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  2. Me parece interesante tu idea, ya que nunca me he puesto a pensar porqué doy regalos ni el daño que implica darlos, me parece que muchas personas deberían de tener en cuenta que esto de dar regalos no debe de ser obligación, debe de ser un gusto.

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    1. Exacto debería ser por gusto no por obligación de dar y recibir algo a cambio, no se trata de alimentar esta idiosincrasia sino de reivindicar el sentido común.

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